Detenidas 8 personas que cometían robos en viviendas con gran preparación y medios

Barcelona 10-5-2019 / Agentes de Mossos d’Esquadra de la División de Investigación Criminal (DIC) de Barcelona han desarticulado una organización criminal especializada en los robos con fuerza en domicilios de Barcelona y poblaciones cercanas.

El operativo policial ha permitido detener a ocho personas de nacionalidad georgiana, una mujer y siete hombres, a los que se les considera autores de 24 robos con fuerza en domicilios de Barcelona, ​​Cornellà de Llobregat, El Prat de Llobregat, Esplugues de Llobregat, Badalona y Vic.

 

La investigación se inició en el mes de diciembre de 2018 cuando el Mossos detectaron que en Barcelona se habían producido una serie de robos en els interior de domicilio que seguían un patrón de actuación muy similar.

El modus operandi

El grupo escogía siempre inmuebles situados en ciudades densamente pobladas, con un número relativamente alto de vecinos y que dispusieran de cerraduras de unas características concretas. Para poder hacer esta selección el grupo recorría las zonas de las poblaciones escogidas e inventariaba los bloques de edificios que resultaban de interés para la organización.

Una vez elegidos los inmuebles, durante la madrugada del viernes al sábado, los miembros de la organización se desplazaban hacia la zona elegida. Normalmente uno de los ladrones se quedaba en el vehículo para realizar funciones de vigilancia.

Los investigados primero forzaban la entrada principal del inmueble con la técnica de la radiografía. Una vez en el interior de la escalera colocaban entre el marco y la puerta de los pisos tiras de cola a unos 20 centímetros del suelo, en sustitución del típico marcador de plástico transparente. Una vez marcados los objetivos, los investigados abandonaban el lugar.

La madrugada del sábado al domingo volvían a los inmuebles marcados y se repartían las fincas para comprobar qué marcadores estaban intactos. Esto era un indicador de que los habitantes no estaban y que podrían haberse ido de fin de semana. Una vez hechas estas comprobaciones marchaban para elegir el piso que querían violentar.

Una vez lo habían decidido, mientras uno de los ladrones hacía tareas de vigilancia desde el vehículo en el que se habían desplazado, los otros accedían al domicilio. Forzaban la cerradura de la puerta de acceso al piso con ganzúas o llaves maestras que ellos mismos habían fabricado.

Ya en el interior del piso cerraban todas las persianas. De este modo podían abrir las luces para realizar un registro minucioso del domicilio y evitar que nadie los viera desde el exterior. En menos de tres horas habían conseguido llevarse el botín, principalmente objetos con una buena salida en el mercado negro como joyas, relojes y dispositivos electrónicos.

Una estructura jerárquica y perfectamente estructurada

El grupo tenía una estructura jerarquizada y perfectamente definida. Así, en la parte superior estaba el principal líder de la organización, que había participado en la mayoría de los robos.

Por debajo tenía dos jefes de célula, que se encargaban de la gestión de los grupos operativos. Su rol predominante en la organización venía dado por la gran capacidad de reclutamiento de especialistas en los robos con fuerza y ​​por su ascendente en los demás miembros del grupo criminal por su capacidad demostrada para forzar buena parte de las cerraduras existentes en el mercado.

El resto de integrantes de la organización, divididos en células, eran los encargados de consumar los robos, tanto en la fase de planificación como en la de ejecución. Estas células, generalmente de entre tres y cinco miembros, cambiaban la composición de sus integrantes con frecuencia, para así dificultar la labor investigadora.

La especialización y preparación del grupo criminal se define, entre otras cosas, por su gran conocimiento de la actividad policial, lo que les hacía tomar muchas medidas de autoprotección o por el hecho de que entre los objetos que se les intervinieron hubiera varios tipos de cerradura con los que hacían prácticas. Esto les facilitaba la destreza y rapidez necesaria para consumar los robos minimizando el riesgo al máximo.

El día 6 de mayo se llevó a cabo un operativo policial que permitió detener seis miembros del grupo y realizar la entrada y registro en siete de los inmuebles que disponía la organización, dos en Sant Quirze de Besora, tres en Barcelona, ​​uno en Badalona y otro en Esplugues de Llobregat.

En los domicilios los agentes intervinieron diversos elementos que los relacionaban con su actividad delincuencial, como tubos de pegamento usados ​​para los marcadores o maquinaria especializada en la elaboración de ganzúas o taladros. Incluso en uno de los domicilios se encontró un taller donde fabricaban las llaves maestras y los ruiseñores para forzar las cerraduras, lo que acreditaría nuevamente su grado de especialización.

También se les intervino extractores de bombines, medidores electrónicos de la pureza de diamantes o piedras y ácidos que se usan para comprobar la pureza del oro. Durante el registro también se recuperaron objetos sustraídos como algunas joyas y relojes de alta gama.

Contacto: barcelonaaldia21 (arroba) gmail.com

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