Barcelona redujo más 800 mil toneladas de CO2 en 2020 a causa de la Covid-19

12-11-2021 / El paro y reducción de la actividad en la ciudad durante el año 2020 debido a la pandemia de la Covid-19 permitió reducir 824.310 toneladas de CO2 respecto a 2019. Esta bajada en las emisiones posibilitó que Barcelona alcance el 42% de los compromisos de reducción fijados para el 2030.

Es uno de los principales datos del informe de la Emergencia Climática en Barcelona 2020, que a su vez advierte que hay que seguir avanzando en medidas para hacer frente al cambio climático porque esta reducción no es de carácter estructural. Así, se constata el enorme esfuerzo que hace falta para reducir las emisiones y alcanzar los objetivos planteados.

Este dato viene marcado por la disminución del consumo energético (doméstico, comercial y servicios e industrial), de la movilidad interna y el transporte, del tratamiento de residuos y de la actividad del puerto y el aeropuerto.

En total la ciudad ha emitió 2,7 millones de toneladas de CO2 durante 2020 mientras que en 2019 emitió 3,6. Por tanto, el ahorro es de 824.310 toneladas de CO2. De éstas, 330.090 toneladas corresponden al ahorro en consumo energético tanto doméstico, industrial como comercial y de servicios.

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El informe muestra el impacto de algunas de las principales políticas municipales en materia de mitigación y adaptación a la emergencia climática. Durante 2020, la consolidación de medidas energéticas en la ciudad ha permitido ahorrar hasta 4 millones de euros y 39.497 toneladas de CO2, que representa más de un 10% del ahorro en este ámbito.

– Barcelona Energía, la operadora pública metropolitana, ha contribuido a un ahorro, durante el 2020, de más de 600.000 euros y 13.663 toneladas de CO2. Además, ha ampliado sus servicios ofreciendo también tarifas para empresas y pymes.

– Las instalaciones de generación fotovoltaica en la ciudad han permitido un ahorro económico de 700.000 euros y un ahorro de 726 toneladas de CO2, a través de los 102 edificios municipales, 17 pérgolas y 15 medianeras que disponen de energía solar.

– El impulso de las redes de calor y frío en la ciudad ha favorecido un ahorro de 2,75 millones de euros y la emisión en la atmósfera de 25.108 toneladas de CO2 en un año.

En cuanto a la movilidad y el transporte, el pasado año se dejaron de emitir 229.900 toneladas de CO2. Las medidas de transformación urbana, pacificación, fomento de los desplazamientos en transporte público, en bici oa pie también se han convertido en un elemento clave en la reducción de emisiones y en la mejora de la calidad del aire.

– El inicio del régimen sancionador de la Zona de Bajas Emisiones Rondas de Barcelona ha hecho que los vehículos sancionables sin distintivo de la DGT sean tan sólo de un 1%. La ZBE ha permitido, desde el inicio del despliegue en 2017, una reducción de 600.000 desplazamientos con vehículos más contaminantes en la ciudad.

Imagen de la Gran Vía durante el confinamiento / Barcelonaaldia.com

– Tras la etapa del confinamiento por la Covid-19, se realizó una transformación táctica del espacio público con actuaciones con carácter de urgencia como pacificaciones, ampliaciones de acera y cortes de tráfico que permitieron sumar más de 30.000 m2 d espacio peatonal.

– En 2020 también se impulsó el uso de la bicicleta con la incorporación de 21 nuevos Km a la red de carriles bici de la ciudad y la ampliación de 65 nuevas estaciones del Bicing.

Esta transformación urbana ha culminado este 2021 en el plano Supermanzana Barcelona, ​​un modelo de éxito y de prestigio internacional que trabaja para la construcción de una ciudad que sitúa en el centro a las personas, con un espacio público más seguro, saludable y sostenible.

En cuanto a las medidas de adaptación de la ciudad a la emergencia climática, el año 2020 también ha supuesto un cambio en cómo la ciudadanía se relaciona con el espacio público y la importancia que da al verde de la ciudad. Así, el informe apunta que los espacios verdes son herramientas imprescindibles para favorecer el bienestar físico y emocional y la salud y, al mismo tiempo, necesarios para reducir la contaminación del aire y mitigar los efectos del cambio climático.

2020, año de fenómenos meteorológicos extremos

En 2020 también estuvo marcado por la meteorología, por la presencia de algunos fenómenos extremos. A mediados de enero el temporal Gloria afectó de lleno a la ciudad y causó daños que se valoraron en 23,6 millones de euros, sobre todo en las infraestructuras del litoral y en las playas donde se perdió una media del 30% de la superficie de la arena e instalaciones, megafonía, pavimento, señalización y cableado eléctrico también quedaron afectados.

El temporal también comprometió de forma grave a cerca de un millar de árboles en toda la ciudad. En el pico máximo del temporal se registraron vientos de 111 Km/h en la bocana del Puerto y olas de 5 y 6 metros con puntas máximas que con mucha probabilidad superaron los 9 o 10 metros, el máximo nunca registrado en la ciudad.

Aparte de los efectos del temporal Gloria, todas las playas de la ciudad, a excepción de la playa de la Barceloneta, siguen afectadas por riesgo alto por temporales marítimos. Cada año se pierden alrededor de 32.000 m3 de arena de las playas, lo que ha supuesto tener que reubicar algunos servicios.

Otro fenómeno extremo que afectó a la ciudad durante el 2020 fue un total de 20 noches tórridas (más de 25ºC) en el centro de la ciudad, en la estación meteorológica del Raval, mientras que en el Observatorio Fabra no se registró ninguna, lo que evidencia el efecto calor por la proximidad al mar.

Contacto: barcelonaaldia21 (arroba) gmail.com

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