17-2-2021 / El Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC) ha programado la exposición La guerra infinita. Antoni Campañà. Les tensions d’una mirada (1.906-1989), que descubre las diferentes facetas de la obra del fotógrafo Antoni Campañà (Arbúcies, 1906-Sant Cugat del Vallès, 1989), poniendo el foco en las fotografías inéditas que realizó durante la Guerra Civil española en la retaguardia, que la familia encontró por azar el año 2018. La exposición se puede visitar del 19 de marzo hasta el próximo 18 de julio.
Estamos en Telegram. Para recibir en tu móvil nuestras noticias, clica aquí y síguenos: t.me/barcelonadia
Este conjunto de imágenes, de gran calidad artística y relevancia histórica, fueron escondidas en una caja por el propio artista donde permanecieron durante más de 80 años desde el final de la Guerra Civil hasta el 2018.
Esta caja, con cientos de imágenes inéditas, es ahora conocida como «la caja roja» y supone una nueva aportación muy importante para el patrimonio fotográfico del país, especialmente en cuanto a la Guerra Civil todo resituando Campañà como uno de los grandes nombres en la fotografía catalana y española del siglo XX.
La muestra presenta un total de más de 300 fotografías y desvela un gran número de imágenes inéditas, nunca positivadas ni por el propio fotógrafo.
La mayoría de las piezas de la exposición proceden del fondo de la familia del artista, que ha decidido hacer el museo un importante depósito de 63 fotografías de la etapa pictorialista anterior a la guerra. Una parte de estos materiales se mostrarán también ahora por primera vez en la exposición.
Campañà se puede definir como un fotógrafo de contrastes. Se inició muy pronto en la fotografía y se convirtió en uno de los fotógrafos pictorialistas más premiados en todo el mundo. De hecho, su obra ya formaba parte de la colección del museo como representante del pictorialismo catalán, con una obra emblemática como Tracción de sangre.
Campañà integra muy pronto las corrientes estéticas de la vanguardia europea y utiliza las técnicas pigmentarias del pictorialismo pero con una mirada que bebe de la Nueva Visión. Las diagonales, los picados y unos encuadres osados pasan a ser su manera de plasmar la realidad.
El fotógrafo mantendrá esta mirada moderna durante la Guerra Civil, a pesar de que la crudeza de la realidad que la rodea hará que su fotografía sea más directa y rápida. Campañà realiza más de 5.000 fotografías durante los años de la guerra, fotografiando todo lo que ve en un intento de superar el trauma del conflicto a través del visor de la cámara. Fotografía la complejidad de su tiempo sin autocensura ni concesiones a ninguna causa determinada.
Las milicianas, los refugiados que llegan de Málaga a Barcelona en enero de 1937, los escombros después de los bombardeos, los comedores populares, el entierro de Durruti o la exhibición de las momias de las monjas de las Salesas en el paseo de San Juan estar bajo su objetivo. Campanyà recoge escenas de la vida diaria, entre lo cotidiano y la violencia de la guerra, y finalmente, en 1939, la retirada del ejército republicano y los desfiles franquistas.
Es en este momento cuando el fotógrafo opta por cerrar la guerra en una caja para intentar empezar de nuevo, a pesar del contexto. La posguerra supondrá para Antoni Campañà una adaptación traumática y la recuperación e intensificación de temas como el deporte, los paisajes o escenas de la modernidad, cuando ésta comenzó a llegar al país.
Vista en su globalidad, la obra de Campañà recorre el siglo XX en su complejidad y sus contradicciones. La exposición descubre un artista incansable que intentó llegar a todas las aristas del mundo de la fotografía.
El Museo Nacional y el arte del periodo de la Guerra Civil
Esta exposición forma parte del programa Guerra Civil. Arte, conflicto y memoria, que tendrá lugar hasta septiembre. En este marco el museo ha programado un conjunto de proyectos expositivos y de actividades articulados a partir de la Guerra Civil española: a finales de marzo inaugura, en el Espacio educArt, la muestra RE-PARAR del artista Svantje Busshoff, una reflexión en torno a temas como la reparación y la destrucción, ya partir de junio se presentarán la exposición Art en perill! Salvaguarda del patrimoni artístic català (1936-1939) y la instalación del artista Francesc Torres Vol interior.
En mayo también se presentarán las nuevas salas dedicadas al arte de este periodo, una de las colecciones más singulares, que ganan espacio y aportan nuevas obras y nuevas lecturas.