27-11-2025 / Agentes de Mossos d’Esquadra, junto con la Guardia Urbana y la Policía Nacional, desarticularon el pasado 16 de octubre una organización criminal presuntamente dedicada al tráfico de seres humanos para su explotación sexual en centros de estética y masaje de Marbella (Málaga) y Barcelona.
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Se identificaron a un total de 21 mujeres explotadas, 18 de las cuales fueron liberadas. Las víctimas eran obligadas a prostituirse sin descanso, bajo vigilancia constante, sufriendo agresiones físicas y sexuales, llegando a ser encerradas en habitaciones con candado, sin acceso a un aseo ni a comida o bebida durante días.
Contraían una deuda de 6.000 euros que debían saldar ejerciendo la prostitución las 24 horas del día, siete días a la semana, en centros de estética y masajes donde se realizaban servicios sexuales y se vendían sustancias estupefacientes.
Hay ocho personas detenidas, y se han realizado cinco entradas y registros en inmuebles, decretándose el cierre de los dos prostíbulos que simulaban ser centros de estética y masajes.
Captación, traslado y explotación
La red criminal estaba formada por ocho personas, entre 21 y 46 años, que operaban principalmente en Barcelona y con una ramificación en Marbella. La mayoría de las mujeres eran captadas en su país de origen mediante engaños y falsas promesas de trabajo en España.
La red gestionaba el traslado, recibía a las víctimas a su llegada y las llevaba a los locales donde estaban obligadas a ejercer la prostitución. La organización imponía una deuda de 6.000 euros, que debían “saldar” con prostitución. Los explotadores retenían el 50% de los ingresos, alegando gastos de alojamiento y manutención, manteniéndolos en endeudamiento perpetuo y dependencia total.
Condiciones infrahumanas y consumo de drogas
Las víctimas vivían en los prostíbulos y debían estar disponibles las 24 horas del día, siete días a la semana, incluso enfermas o durante el período menstrual. Los responsables ejercían un control total, las forzaban a consumir drogas para aumentar el rendimiento y las castigaban físicamente si se negaban a realizar servicios sexuales. Estaban vigiladas con cámaras, con los documentos retenidos y sin libertad de movimiento. Se les prohibía salir, escoger clientes o rechazar servicios, y estaban obligadas a practicar sexo sin preservativo.
Algunas víctimas relataron agresiones físicas y sexuales ante la negativa a prostituirse, llegando a ser encerradas en habitaciones con candado, sin acceso a lavabo ni comida durante días. Tampoco se les permitía acudir al médico para tratar las graves lesiones derivadas de las agresiones.
La red trasladaba a las víctimas entre Barcelona y Marbella para continuar explotándolas y maximizar beneficios, ya que al ser anunciadas como “novedad” aumentaba la demanda.
Los prostíbulos también funcionaban como puntos de venta y distribución de cocaína. Los agentes determinaron que parte de los ingresos procedían de esa actividad ilícita. El líder de la red creaba empresas para simular una actividad legal, registrando a los locales como centros de estética y masajes.
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Resultados de la operación
El dispositivo del 16 de octubre culminó con ocho detenciones. Se identificaron a 21 mujeres explotadas, de las que dieciocho fueron liberadas, y se realizaron cinco registros con el cierre de dos locales.
Se intervinieron 44.455 euros en efectivo, unos 100 gramos de cocaína, 10.158 gramos de marihuana, una motocicleta, un reloj Rolex, 11 teléfonos móviles, material informático y abundante documentación relacionada con los hechos investigados. También se bloquearon los activos financieros de la organización.
Los detenidos pasaron a disposición judicial el pasado 18 de octubre.