8-11-2025 / La Junta Local de Seguridad de Ciutat Vella analizó ayer los datos relativos a la seguridad en el territorio en el período comprendido entre el mes de octubre del año pasado y el mes de septiembre de este año.
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La Junta ha estado presidida por el teniente de alcalde de Seguridad, Prevención, Régimen Interior y Convivencia y concejal de Ciutat Vella, Albert Batlle, acompañado por los responsables policiales de los cuerpos de seguridad y de emergencia y representantes de la judicatura.
Los datos presentados en la Junta muestran una bajada del 13,3% de los hechos delictivos pasando de 44.430 a 38.513 con una resolución de los mismos que se sitúa en el 46,7% aumentando un 4,1%. Los cuerpos policiales realizaron 10.393 detenciones.
En cuanto a la tipología de hechos, el 88% son delitos contra el patrimonio, que disminuyen en un 14,9% respecto al mismo período del año pasado, pasando de 39.747 a 33.817. El 68,6% de estos delitos son hurtos, seguidos por el 10,2% de robos con violencia y/o intimidación en el espacio público, que también disminuyen un 6,5% respecto al período anterior.
Desde enero se han desmantelado 51 puntos de venta de droga y se han efectuado 72 detenciones relacionadas con estas operaciones. Los cuerpos policiales también realizaron 11 detenciones en siete asociaciones cannábicas que funcionaban como puntos de venta.
El fenómeno asociado a esta tipología delictiva genera mucha preocupación en la ciudadanía, ya la que se asocian otros delitos como hurtos, robos y molestias vecinales, se encuentra en los niveles más bajos de los últimos diez años.
La presión policial, la colaboración con la administración de justicia y, sobre todo la colaboración vecinal, han permitido darle la vuelta a una situación que ha sido motivo de reivindicación de vecinos, asociaciones vecinales y otros actores en determinados puntos del centro de la ciudad.
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La intervención policial, herramienta clave
Los datos afianzan la nueva organización de la actuación policial de la Guardia Urbana, con el Plan Intensivo de seguridad y convivencia de los Barrios (PIB), en marcha desde verano para reforzar la prevención, la seguridad y la convivencia en el distrito.
Con este objetivo la Guardia Urbana realiza desde junio un dispositivo específico que intensifica en horarios determinados y en puntos específicos la presencia policial, para ser aún más efectivos contra los delitos y situaciones conflictivas. También se han reforzado los contactos con la comunidad desde los equipos de Policía de Barrio, para ampliar y aumentar la comunicación entre vecindario y policía y/o administración.
El plan apuesta por la intervención policial como herramienta clave para mejorar la seguridad, favorecer la convivencia y fortalecer los vínculos entre el cuerpo policial y la ciudadanía. Por ello, la Guardia Urbana del distrito de Ciutat Vella ha reorganizado efectivos y ha incrementado la presencia policial en las calles con patrullas uniformadas y no logotipadas en 38 puntos de los cuatro barrios del distrito de Ciutat Vella, durante el horario diurno, y en 24 puntos, en horario nocturno.
En estos emplazamientos donde se ha reforzado el patrullaje, los controles policiales y las intervenciones en franjas horarias seleccionadas, la gran mayoría de actuaciones se concentran contra hurtos, robos, delitos de tráfico de estupefacientes u otros contra la salud pública, peleas, dispositivos contra la tenencia ilegal de armas y también aglomeraciones de personas en el espacio público.
Desde febrero, los Mossos d’Esquadra iniciaron el Plan Confianza para hacer frente al desequilibrio detectado entre el descenso de los delitos que más impactan en la ciudadanía, como hurtos, robos con fuerza o robos violentos, y la percepción de seguridad. A pesar de esta reducción objetiva, las encuestas oficiales indicaban que una parte importante de la población seguía considerando a Barcelona una ciudad insegura.
Las acciones que contempla el Plan son múltiples ya distintos niveles. Se han duplicado las horas de patrullaje a pie, visibilizando el patrullaje uniformado, explicando este desequilibrio a través de los efectivos de proximidad y de las oficinas de relaciones con la comunidad durante los contactos permanentes con el tejido social