27-5-2022 / Barcelona proyecta un nuevo gran paseo verde en la Mar Bella, naturalizado y adaptado al cambio climático que mejorará la conexión con el litoral de los barrios de Diagonal Mar y el Frente Marítimo del Poblenou y el Besòs y el Maresme. Es la única zona del litoral barcelonés que queda por urbanizar.
El Gobierno municipal tiene a punto el anteproyecto de urbanización del paseo, que se prevé reformar a partir del siguiente mandato para unir el Complejo Deportivo de la Mar Bella con la plaza de Llevant, a la altura del Fòrum. Se saldará, pues, la deuda histórica de renovar el último tramo de la costa barcelonesa que queda por dignificar, completando así el frente marítimo de Barcelona y conectándolo con el ámbito del Besòs.
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Los objetivos principales serán garantizar la continuidad de paso en todo el trazado, hacer más fácil y accesible la llegada al frente marítimo, adaptar el entorno para que sea resiliente y resistente frente a los impactos del cambio climático y la subida del nivel del mar y promover nuevos usos deportivos y espacios jugables y de contemplación que hagan la estancia lo más agradable posible. Un proyecto que tendrá un impacto positivo no sólo en Barcelona sino a nivel metropolitano, teniendo en cuenta su envergadura y la posición limítrofe con Sant Adrià de Besòs y todo el ámbito del Besòs.
Se trata de seguir avanzando hacia un litoral que se acerque de nuevo a la ciudadanía. La apertura de Barcelona en el mar vivida por los Juegos Olímpicos de 1992 se focalizó en el centro del litoral, sin incorporar las puntas del Llobregat y el Besòs. Más tarde, la relación con el litoral se dio a través de macroproyectos como el Fórum o de nuevos espacios para cruceros y el turismo.
Desde el pasado mandato, el Gobierno municipal trabaja para cambiar este modelo y recuperar los usos ciudadanos y cotidianos para esta zona de la ciudad. Son una muestra las transformaciones del Port Olímpic y la Nova Bocana, el impulso de la economía azul, proyectos como el del Morrot y el que se está trabajando con el Port de Barcelona y el Liceu y, ahora, el futuro paseo verde de la Mar Bella.
Desde el pasado octubre, el consistorio ha llevado a cabo un proceso de participación ciudadana para recoger las demandas y requerimientos del vecindario en cuanto al futuro del espacio. Se han celebrado hasta ocho sesiones entre encuentros, marchas exploratorias y talleres para detectar carencias y trabajar soluciones.
Fusionar el paseo con la playa
El ámbito del proyecto suma un total de 11 hectáreas, que se reforzarán para conseguir conectar el litoral barcelonés de cabo a rabo.
Para integrar bien el paseo con las playas, se ordenan y transforman todas las bajadas a la arena de tal forma que se garantiza la total accesibilidad y conectividad con los barrios. Los dos niveles que existen a día de hoy, que generan un efecto barrera, se eliminan para fusionar el paseo con la playa.
Para conseguirlo, se crean unas bajadas amplias con rampas cómodas y totalmente accesibles, y taludes que reducen al máximo el desnivel y hacen aparecer nuevos espacios con vegetación y sombra para sentarse y estar allí.
Además, el futuro paseo verde se complementará con una intervención que se impulsará en paralelo para unir el paseo con la rambla de Prim y los baños del Fòrum. De este modo, se alargará un trazado que a día de hoy termina a la altura de Bac de Roda para que llegue a conectar con la plaza de Llevant. La actuación permitirá finalizar la apertura de la ciudad al mar con la integración del frente del litoral en el entorno del barrio de Diagonal Mar y el Frente Marítimo del Poblenou.
Un paseo pensado en clave de naturalización y emergencia climática
El paseo se ha pensado en clave de naturalización y emergencia climática. La supresión del desnivel actual se adapta a posibles subidas de nivel del mar, y a lo largo de todo el trazado se crearán espacios de confort, tanto de paso como de estancia, con el verde como protagonista. Se plantarán más de 800 árboles para generar puestos de sombra y habrá más de 25.000 m2 de zonas verdes, y un 65% del ámbito –unos 68.000 m2– será de pavimentos permeables.
La anchura del paseo peatonal será de 12 metros como mínimo, estará bien iluminado y tendrá buena visibilidad para asegurar la percepción de seguridad. Y en todo el trazado habrá un carril de 4 metros de ancho para bicicletas, patines y la movilidad activa.
En cuanto a los usos, en este tramo del litoral se acumulan muchos y diversos, sobre todo en la playa de la Mar Bella. Para descomprimir la playa en sí y ordenar las actividades, se ha definido una segunda línea de playa que acoja espacios de ocio y práctica deportiva, como campos de voley, y zonas de juego para niños, con juegos de agua y espacios de arena.
Primeros trabajos a finales de 2023
Una vez realizado el anteproyecto, ahora comienza la fase de redacción de los proyectos ejecutivos. Una vez se tengan terminados, se licitarán las obras para poder tener todo listo e iniciar la transformación entre finales de 2023 y principios de 2024. Se estima que la inversión total rondará los 44,3 millones de euros. En paralelo, ahora también se empieza a redactar el anteproyecto que conecte la rambla de Prim y la plaza de Llevant con el litoral.
Mientras todo este proceso avanza, se sacarán adelante unas actuaciones de acondicionamiento del espacio que ya se adecuarán a la propuesta surgida del proceso participativo. En concreto, en verano se prevé ejecutar dos pistas de voley-playa adosadas al Campo Municipal de Fútbol Poblenou – Agapito Fernández, que se sumarán a una que ya hay actualmente, y de cara a la temporada 2023 se resituaran los chiringuitos en el su sitio definitivo para liberar el paseo.
Imágenes: Ayuntamiento de Barcelona