21-5-2020 / El pasado 14 de mayo la Fundació Arrels realizó un recuento y contabilizó 1.239 personas durmiendo en calles y plazas de la ciudad. Antes del Estado de Alarma se calculaba que unas 1.200 personas vivían al raso y, para poder a una parte de este colectivo, el Ayuntamiento habilitó un albergue en un pabellón de Fira Montjuïc con capacidad para casi 400 personas.
Ahora, con las 1.239 personas que ha contabilizado esta ONG que presta ayuda a los sin hogar se constata que hay una situación muy grave en la capital catalana y que la problemática ha aumentado desde que llegó la pandemia del covid-19.
Según Arrels, el recuento del pasado jueves, que se realizó con la colaboración de 600 voluntarios, «muestra solo la punta del iceberg de toda una realidad de exclusión en la ciudad de Barcelona y dimensiona una intuición: el decreto del estado de alarma y de confinamiento no solo ha hecho más visibles a las personas que viven al raso –porque nadie más paseaba por la calle durante las últimas semanas–, sino que descubre que otras personas que tenían un techo lo han perdido».
Los distritos de Ciutat Vella, Sants-Montjuïc, Eixample y Sant Martí acogen al 79% de las personas que viven en la calle. Ciutat Vella se mantiene como el distrito que acoge a más personas viviendo en la calle pero el número de personas ha disminuido en relación al año pasado.
En el distrito del Eixample también se han contabilizado menos personas que en años anteriores. En Sants-Montjuïc y Sant Martí, el porcentaje de personas viviendo en la calle se ha incrementado y ahora acogen aun 20% y 18% más, respectivamente.
El hecho de haber contabilizado a 1.239 personas durmiendo en las calles de Barcelona evidencia un aumento preocupante de la problemática ya que a estas hay que añadir las 620 plazas de emergencia que gestiona el Ayuntamiento en el pabellón de Fira Montjuïc y otros equipamientos.