17-5-2025 / El Puerto de Barcelona pone a disposición de los ciudadanos otros 13.565 metros cuadrados de superficie en el Port Vell con la apertura al público de la zona norte y este del muelle de Barcelona.
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La apertura se realizó ayer, como paso previo a la celebración de las segundas jornadas de Puertas Abiertas del Puerto de Barcelona, que se celebran este fin de semana y durante las que el nuevo espacio albergará actividades diversas para todas las edades, como son food trucks, talleres infantiles y actuaciones musicales.
La parte abierta del muelle de Barcelona comprende el espacio que va desde la antigua terminal de Baleària hasta el morro, también abierto, en el extremo este. Un total de 13.565 metros cuadrados de superficie y 600 metros de línea de muelle que amplían los espacios del Port Vell de libre acceso para los ciudadanos y dan acceso al mar en el complejo del World Trade Center, multiplicando su atractivo y dinamizándolo.
La apertura del muelle de Barcelona llega después de que se cerrara la terminal de cruceros ubicada en la zona norte y se trasladara la actividad de cruceros y ferrys al muelle Adossat, completada en otoño de 2023.
Antes se había trasladado la actividad de ferrys de Baleària, hecho que permitió abrir a la ciudadana el muelle el pasado año celebración de la Copa América de vela. Durante la competición, la zona norte del muelle de Barcelona acogió la base del equipo anfitrión, el Emirates Team New Zealand, así como diversas instalaciones de la organización.
Ahora, el espacio se ha rehabilitado para abrirlo a la ciudadanía nivelando el pavimento, instalando mobiliario urbano y mejorando la iluminación con una inversión de más de 100.000 euros. Se trata de una reforma inicial, que culminará en 2026 con una renovación integral de la pavimentación para integrar urbanísticamente la zona en el entorno del Port Vell y hacerla más accesible y atractiva para el público.
Se trata de un paso más en el proceso de transformación y apertura del Port Vell a la ciudadanía que se está haciendo desde el Port de Barcelona y que en los últimos años ha supuesto la apertura del paseo del antiguo Rompeolas, el muelle de Pescadors con la nueva lonja o el muelle de Drassanes, entre otros.
«Las actuaciones que hemos realizado en el muelle de Drassanes y en el muelle de Barcelona, que ahora abre al público su borde muelle, dan continuidad urbanística a la Rambla, una de las principales arterias de Barcelona, haciendo que se adentre en el Puerto de Barcelona y llegue hasta el World Trade Center, uno de sus nodos arquitectónicos y empresariales», apunta el presidente del Puerto de Barcelona.
El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha agradecido la sensibilidad del Port en la recuperación del muelle para la ciudadanía. «Barcelona es una ciudad de mar, el mar explica nuestro ADN, nuestro carácter y nuestra economía. Nuestra forma de estar en el mundo es inseparable de ser una ciudad marítima».
El muelle de Barcelona se construyó en la década de 1870, con la primera gran ampliación del Puerto de Barcelona hacia el sur. El gran crecimiento del comercio internacional de la época rápidamente hizo necesaria su ampliación, adoptando su forma actual a principios del siglo XX.
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La parte central acogió almacenes y en el extremo se ubicó la estación marítima donde atracaban a los grandes barcos de pasajeros que conectaban con Italia y especialmente con América Latina. En 1930 se ubicó la torre Jaime I del teleférico que conecta Montjuïc con el Puerto de Barcelona y durante buena parte del siglo XX también tuvieron su sede el Real Club Náutico y el Real Club Marítimo de Barcelona, antes de trasladarse al muelle de España.
En la última década del siglo XX la actividad portuaria se fue desplazando a los nuevos muelles del sur del puerto y el muelle de Barcelona se transformó completamente para acoger el World Trade Center, inaugurado en 1999, cuando logró su configuración actual.