18-6-2023 / El socialista Jaume Collboni resultó ayer tarde elegido nuevo alcalde de Barcelona por mayoría absoluta. Collboni recibió 23 votos, los de PSC (10), Barcelona en Comú (9) y PP (3).
De esta forma sorprendente e inesperada Collboni arrebató el cargo a Xavier Trías, que solo contó con los votos de su grupo, Trias per Barcelona (11) y los cinco de ERC. El PP puso como condición para apoyar a Collboni que no incluya en su gobierno a Barcelona en Comú y que adopte una serie de medidas, como la paralización de las supermanzanas, entre otras cuestiones urbanísticas y económicas.
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En su discurso de investidura, Jaume Collboni ha afirmado que es el más alto honor dirigirse a la ciudadanía como nuevo alcalde de Barcelona «desde la humildad de hacer frente al mayor reto de mi vida, y con el coraje y la convicción por trabajar siempre en beneficio de la ciudad y de su ciudadanía».
El alcalde ha afirmado que hoy Barcelona ha ganado mucho más que un alcalde, ha ganado «confianza en la democracia y la política, porque hemos sabido poner por delante los intereses colectivos, de ciudad, a los intereses particulares o de partido. Hemos demostrado que la buena política es posible: la política del entendimiento, los argumentos y las razones por delante de los dogmatismos».
En este sentido, el alcalde ha dicho que cuando se pone Barcelona por delante, somos capaces de avanzar y superar las diferencias, y que «ejerceré mi responsabilidad desde el minuto cero con toda la decisión, la energía y la convicción, con plena conciencia de la voluntad expresada por los barceloneses y barcelonesas, con plena conciencia de los soportes que lo han hecho posible. Y con una voluntad honesta e irrefutable: quiero ser el alcalde todos y todas».
El alcalde ha reivindicado la democracia y el papel de la ciudadanía como auténtica propietaria del camino colectivo que debe seguir la sociedad en estos momentos convulsos. Y se ha dirigido a la Corporación Municipal: «a ustedes, como a mí, nuestros conciudadanos y conciudadanas nos han otorgado el trabajo más bonito del mundo, representar durante los próximos cuatro años sus intereses, anhelos, retos y preocupaciones . Y confiarles la tarea llena de velar por defenderlos y hacernos cumplir mutuamente la palabra dada».
El nuevo alcalde ha querido también expresar dos primeros compromisos: recuperar y fortalecer el vínculo entre la ciudadanía de Barcelona y el Ayuntamiento, por un lado, y dotar a la ciudad de un nuevo gobierno municipal diverso, transversal y paritario, que responda a lo que los barceloneses y barcelonesas han expresado en las urnas.
En su discurso de investidura, Collboni ha destacado el papel de las ciudades en el siglo XXI como escenario de los retos globales complejos como la crisis climática o la revolución tecnológica, y de necesidades básicas como la vivienda, el trabajo o la seguridad, «los problemas del mundo se encuentran en todas las ciudades, y somos las ciudades las que debemos resolverlos, podemos y debemos» y ha recordado el alcalde Pasqual Maragall cuando dijo a sus concejales «sabéis que cuando se arregla un barrio, está contribuyendo a arreglar el mundo».
Vinculado a los nuevos retos, el nuevo alcalde ha manifestado su voluntad de que Barcelona se convierta en referente en la lucha contra el cambio climático, por cuestiones de salud, pero también de economía, y ha afirmado que la ciudad debe avanzar en la descarbonización «urgente» de nuestra economía a la vez que se garantiza que nadie queda atrás. «Sin nuevas desigualdades», ha dicho, «sin nuevas exclusiones, sin una agenda de imposiciones, una transición verde con el corazón rojo».
El progreso económico y social será el fundamento de este mandato, una Barcelona para vivir y trabajar, con vivienda asequible y salarios dignos, una ciudad de oportunidades, en palabras del alcalde, que ha hecho énfasis en el problema del vivienda, elemento central para asegurar un presente digno para las familias trabajadoras y los jóvenes de la ciudad, y ha anunciado que Barcelona será la primera ciudad en desarrollar la Ley de Vivienda del Gobierno español.
En términos económicos, Collboni ha afirmado que Barcelona debe ser capital económica de Cataluña, España y del sur de Europa, porque «no hay combate contra las desigualdades, si no hay riqueza por repartir», y ha destacado el papel de la cultura en la ciudad, que debe generar oportunidades para todos los que hacen posible el acto cultural, a público, creadores, promotores y trabajadores, y ha dicho: «Ras y corto, sin cultura no hay ciudad».
En la última parte de su discurso de investidura, el alcalde ha tenido palabras de recuerdo por los alcaldes Hereu, Clos, Maragall y Serra, de quien ha dicho que ha tenido la suerte de haber aprendido de su maestría, así como a los suyos antecesores inmediatos, el alcalde Trias y la alcaldesa Colau.
Y ha acabado afirmando que hoy comienza una labor preciosa, exigente y apasionada, «ofrecemos a la ciudadanía de Barcelona futuro, confianza, esperanza, generosidad, soluciones y entendimiento, quiero ser el alcalde de todos y todas, de todos los barrios y distritos , estoy convencido de que los mejores años de Barcelona están por venir y empezamos aquí y ahora. Depende de nosotros hacerlo posible».
Fotos: Ayuntamiento de Barcelona