Barcelona desplegará 261 medidas para que la actividad turística se extienda a todos los distritos

Barcelona 14-5-2018 / El Ayuntamiento de Barcelona ha elaborado la Estrategia Territorial de Gestión Turística (ETGT), enmarcada en el Plan Estratégico de Turismo 2020, para convertirse en la hoja de ruta que permitirá maximizar el retorno social del turismo en los territorios.

Este documento, donde se han recogido las principales necesidades de los distritos en cuanto a la gestión del turismo de manera singularizada, tiene como objetivo primordial garantizar el retorno social de la actividad turística en el territorio, y poder contar con estrategias diferenciadas y ad hoc, teniendo en cuenta también las sinergias del turismo en la ciudad y la región metropolitana.

El concejal de Turismo, Comercio y Mercados, Agustí Colom, explicó que estas 261 medidas cuentan con una financiación anual de 1,8 millones provenientes del impuesto turístico (IEET) además de otros presupuestos. El concejal ha destacado que el ETGT «intenta mejorar la gestión turística directamente con los distritos con propuestas surgidas del territorio y de la Dirección de Turismo del Ayuntamiento, para hacer que el turismo revierta en la ciudadanía y en el territorio y por tanto haya retorno social hacia la ciudad de Barcelona. Se busca potenciar elementos turísticos que tienen los distritos y sobre todo los más alejados del centro».

Puesta en valor de los activos propios

La mayoría de los territorios coinciden en poner en valor sus activos, profundizar en la gestión y previsión de los espacios de más afluencia, mejorar la información y comunicación con el vecindario, y explorar la búsqueda de ofertas alternativas.

Por distritos, en Ciutat Vella, se han determinado 7 líneas estratégicas, y 20 medidas concretas. Este distrito concentra sus demandas en la adecuación de servicios y recursos a la población flotante del distrito, la mejora de las condiciones laborales en las actividades turísticas, más inspección de alojamientos turísticos, medidas para el equilibrio de usos al espacio público, y la reducción de los eventos de ciudad celebrados en el distrito, entre otros.

El Eixample concentra sus demandas alrededor de 5 líneas estratégicas y 15 medidas. Especialmente, una gestión integrada de los Espacios de Gran Afluencia como la Sagrada Familia que permita la adecuación de efectivos y recursos de movilidad, seguridad, guías turísticos, etc., también profundizar en la colaboración con otros distritos, regulación a la venta de souvenirs, y una oferta cultural alternativa a la establecida, entre otros.

Por su parte, Sants-Montjuïc ha trabajado alrededor de 7 líneas estratégicas y 25 medidas, que agrupan las demandas de recuperar la montaña de Montjuïc como pulmón de la ciudad, actuaciones de memoria histórica, más conectividad entre los barrios alrededor del Paralelo y más y mejor comunicación al vecindario sobre el turismo del territorio.

El distrito de las Corts ha estructurado sus demandas alrededor de 7 líneas estratégicas y 28 medidas, que comprenden actuaciones para convertir el Camp Nou en una palanca de dinamización socioeconómica; la potenciación de la coordinación con otros municipios metropolitanos vecinos, la puesta en valor de activos de memoria histórica, y la profundización en el trabajo por el turismo inclusivo.

En Sarrià-Sant Gervasi, el trabajo se estructura en 7 líneas estratégicas y 23 medidas, en torno a la gestión del Tibidabo y de Collserola de manera integral e integrada en la ciudad, la potenciación de oferta como distrito de ciencia y tecnología y proyectos como el Depósito del Rei Martí o el programa «Welcome» para la comunidad educativa de nuevo ingreso.

En Gràcia, se han determinado 11 líneas estratégicas y 40 medidas, en torno a la gestión del Park Güell, previsión del impacto de la Casa Vicens, vinculación de la actividad turística con la red de economía social y solidaria del distrito, puesta en valor de los espacios verdes, la accesibilidad y la descentralización interna de eventos y de la cultura popular, entre otros.

Horta-Guinardó ha concentrado sus demandas alrededor de 8 líneas estratégicas y 26 medidas concretas, entre ellas la de la gestión del Turó de la Rovira desde una perspectiva de ciudad, y de Collserola como activo compartido, la puesta en valor del arte urbano y el patrimonio del distrito, y una mejor conexión con el territorio del Recinto Modernista de Sant Pau y la Santa Cruz.

En Nou Barris, el trabajo se ha estructurado en 7 líneas estratégicas y 17 medidas, como la relación del distrito con Collserola, la potenciación de los elementos de memoria histórica, la descentralización de eventos de ciudad y la potenciación de eventos de tipo local para residentes en el distrito, o la puesta en valor de los activos gastronómicos del territorio.

Por su parte, Sant Andreu ha establecido 8 líneas estratégicas y 34 medidas concretas, como la recuperación del entorno del río, el Rec Comtal, el desarrollo cultural de la nave Ivanow y la Fabra i Coats, y la comunicación con el vecindario alrededor de los alojamientos turísticos y otras actividades para prevenir conflictos de convivencia.

Y por último, en Sant Martí, se han desgranado 7 líneas estratégicas y 33 medidas. Entre ellas, la gestión del litoral como espacio de gran afluencia de ciudad, la visibilización de eventos de identidad propia, la participación en la programación de eventos en el Fòrum, y la señalización del patrimonio industrial y la memoria obrera, o la rehabilitación y preservación del patrimonio del 22 @.

Contacto: barcelonaaldia21 (arroba) gmail.com

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