Inaugurado un monumento que recuerda a los fusilados por el franquismo en el Camp de la Bota

22-9-2025 / El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, ha afirmado hoy que «sin memoria no se puede construir un futuro y sin valores humanos no se puede construir ninguna sociedad ni ningún país».

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El jefe del Ejecutivo ha hecho estas declaraciones durante la inauguración del Bosc d’Empremtes, monumento en memoria de las víctimas del Camp de la Bota. «Nuestra libertad de hoy es fruto del sacrificio de quienes no la disfrutaron, por eso es vital mantener estos espacios de memoria viva», ha añadido el presidente Illa.

En su parlamento, el presidente Isla ha hecho referencia a los conflictos actuales de Gaza y Ucrania, advirtiendo que los valores en juego hoy son los mismos que fueron vulnerados en Europa el siglo pasado: «Nos jugamos la dignidad de las personas y el respeto por la vida. Y en este momento histórico no podemos desfallecer y no desfalleceremos».

El Bosc d’Empremtes

El Bosc d’Empremtes es una gran escultura pública del artista Francesc Abad que da forma al Memorial del Camp de la Bota, impulsada por el Gobierno como homenaje a las víctimas de la represión franquista. La obra rinde homenaje a las personas fusiladas por el franquismo en el Camp de la Bota entre 1939 y 1952, muchas de las cuales fueron inhumadas en el Fossar de la Pedrera del cementerio de Montjuïc. Con este memorial, el Govern quiere mantener viva su recuerdo y convertir ese espacio en símbolo de justicia, reparación y dignidad.

El acto, conducido por la periodista Cristina Puig, se ha celebrado en el Parc Diagonal-Besòs, y ha contado también con las intervenciones de la alcaldesa de Sant Adrià de Besòs, Filo Cañete; el alcalde de Barcelona, ​​Jaume Collboni; del artista y diseñador del monumento, Francesc Abad; el presidente de la Asociación Pro-Memoria a los Inmolados por la libertad de Cataluña, Josep Francesc Colomer, y del secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez.

A la inauguración del Memorial del Camp de la Bota asistió el Fiscal General del Estado, Álvaro García Ortiz; el consejero de Justicia y Calidad Democrática, Ramon Espadaler; la delegada del Govern de la Generalidad en Barcelona, ​​Pilar Díaz, y la secretaria general de Justicia y Calidad Democrática.

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La inauguración del Memorial se enmarca en los actos conmemorativos en torno a la muerte del dictador Francisco Franco, hace 50 años, y la recuperación de los derechos y libertades democráticas, así como de las instituciones del autogobierno catalanas.

Escultura con vocación pedagógica y colectiva

El Bosc d’Empremtes se erige sobre una parcela de 163 metros cuadrados en medio de un entorno universitario que acoge a más de 3.000 estudiantes. Esta ubicación garantiza la visibilidad pública y refuerza el carácter pedagógico del proyecto.

La escultura evoca un cepillo invertido, en referencia a la célebre frase de Walter Benjamin sobre «cepillar la historia a contrapelo». Está formada por más de un millar de tubos metálicos (1.276) de 6,1 metros totales de altura (0,6 m bajo rasante + 5,5m sobre rasante), alineados en 33 hileras sobre una huella dactilar impresa en el pavimento, que simboliza las vidas arrebatadas y la memoria.

Otro elemento destacado es el muro de hormigón de 400 x 220 x 50 cm (largo, altura y grosor), que evoca el parapeto de fusilamiento, y refuerza el carácter memorial de la obra.

Desde la Ronda Litoral, la silueta de la escultura proyecta una imagen impactante y cargada de significado.

El Camp de la Bota: de barrio de barracas a espacio de fusilamiento

Situado entre Barcelona y Sant Adrià de Besòs, el Camp de la Bota fue un histórico barrio de barracas ubicado en torno a un castillo militar decimonónico y del parapeto donde la escuela de artillería hacía prácticas de tiro. Durante la Guerra Civil, el espacio se utilizó durante un breve período de tiempo como punto de fusilamientos y, en la posguerra, la dictadura franquista utilizó el parapeto para ejecutar de forma sistemática cerca de 1.700 personas, entre 1939 y 1952.

La mayoría de los fusilados fueron acusados ​​del delito de rebelión militar o adhesión a la rebelión militar, acusación de que la dictadura solía utilizar para condenar a las personas que defendieron a la República. Las autoridades del régimen transportaban los cuerpos hasta el cementerio de Montjuïc para inhumarlos en el foso de la Pedrera.

Contacto: barcelonaaldia21 (arroba) gmail.com

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